martes, 31 de diciembre de 2013

LA ACTIVIDAD FÍSICA Y EL ESTRÉS OXIDATIVO

Hace muchos años atrás gran parte de las informaciones relacionadas con la actividad física eran muy difusas, pero con el tiempo se han realizado muchas investigaciones con el objetivo de sacar a la luz una gran cantidad de conocimientos que nos están facultando la posibilidad de mejorar nuestra calidad de vida. Dichos conocimientos nos están permitiendo ser cada vez más específicos en la búsqueda de soluciones para la consecución de los mejores resultados en las acciones deportivas. Desde luego no me estoy refiriendo solamente a las mejores técnicas para entrenar sino, y también,  al incremento de los conocimientos direccionados a los cambios bioquímicos que ocurren en nuestro organismo, resultado de procesos metabólicos complejos conseguidos con la unión del entrenamiento físico, la alimentación y el descanso.
Existen matices que son muy relevantes, principalmente cuando fomentamos cambios metabólicos importantes como por ejemplo los que ocurren cuando  practicamos  ejercicio físico. El ejercicio físico es un antioxidante natural al igual que el sueño (dormir).  Tal es la importancia de ambos, que son capaces de reponer el ADN celular, mejorar el sistema inmunológico y producir una notable  mejoría en nuestra salud. Los antioxidantes  son como “recogedores de basura” que se encargan de eliminar los radicales libres de nuestro organismo. Al mismo tiempo, también existen los antioxidantes exógenos,  que podemos encontrar en algunos alimentos que ingerimos. En las verduras y frutas se denominan “Fitoquímicos”.
Estamos acostumbrados a oír hablar del estrés oxidativo en los temas referentes a la alimentación o la vejez, pero es importante saber que según la manera en la que una persona entrene físicamente, ésta también podrá fomentar en su organismo el estrés oxidativo.
El ejercicio físico origina naturalmente y de manera importante los radicales libres de oxígeno que colaboran  en la acción del daño a distintas moléculas en el organismo.  En los alimentos existen numerosos compuestos orgánicos y químicos. Debido al metabolismo, nuestro organismo realiza procesos de oxidación donde el combustible, que es la glucosa (azúcares), es oxidado con moléculas de oxígeno que resulta en la liberación de energía y desechos denominados radicales libres. Estos radicales libres pueden producir  destrucción tanto a nivel intracelular en el ADN,  como a nivel sistemático, arterial, cerebral, etc. 
Para solventar esa situación el organismo tiene varios protocolos  de procedimiento para estimular su defensa, entre ellos, los sistemas antioxidantes no enzimáticos (la vitamina E y la vitamina C). El problema ocurre cuando la producción de radicales libres supera la capacidad del organismo en antioxidar, generando  con ello un desequilibrio que tiene como resultado el estrés oxidativo y, en consecuencia, el daño celular. Esto ocurre con la práctica deportiva. Los últimos estudios han comprobado que la ocurrencia del estrés oxidativo en el ejercicio físico es más común en los entrenamientos de alta intensidad de esfuerzo que en los entrenamientos de larga duración. Eso también puede ocurrir con mayor facilidad a los individuos poco entrenados o que estén en baja forma física, pero no quiere decir que no les ocurra a las personas que tengan  un buen nivel de entrenamiento físico. Además del nivel de esfuerzo en el entrenamiento, puede existir una relación muy directa con la dieta, el aporte hídrico y el descanso del individuo.
Los radicales libres también están directamente relacionados con muchas enfermedades como la Fibromialgia, el Cáncer, la Arteriosclerosis, etc., estando también directamente relacionados con otros procesos biológicos como la vejez.  Estos fenómenos  de oxidación por radicales libres están en el origen de muchas enfermedades.
Las personas que son conscientes de que su entrenamiento es de alta intensidad,  además de tener una buena dieta que sea equilibrada y rica en antioxidantes, deben tener en cuenta que ésta sea capaz de  reponer el gasto energético causado por el ejercicio físico. De no ser así, es fundamental tener una suplementación  que consiga mantener su organismo en un estado óptimo, sobre todo que pueda fomentar la recuperación de los niveles normales de los antioxidantes.     
Los antioxidantes también son fundamentales, pues son los que propician las respuestas de defensa al existir una elevada concentración de radicales libres en el organismo.  Inhiben o retardan la oxidación de las moléculas, neutralizando estos radicales libres, evitando así las lesiones de tejidos. En el caso de existir sobreentrenamiento, que es una situación de oxidación continuada y es un contexto que produce una ingente cantidad de radicales libres, tiene como resultado la fatiga crónica. 
La expresión antioxidante se refiere a las sustancias que consiguen evitar los daños producidos por los radicales libres a las membranas celulares. Estos cambios se relacionan con enfermedades degenerativas y el envejecimiento. La actividad física intensa aumenta la tasa de oxidación celular aumentando, en consecuencia, la producción de los radicales libres, y este hecho puede ser prevenido con el incremento de la ingesta de antioxidantes como la vitamina C y E, sea vía suplememntación o por medio de un incremento en la ingesta de verduras y frutas.

Es fundamental que seamos conscientes de que la práctica del ejercicio físico es una de las mejores acciones que uno puede realizar para la prevención de enfermedades, del envejecimiento y para fomentar una vida sana, pero es fundamental que esa acción sea desarrollada con conocimiento e inteligencia. Desde luego, no podemos descuidar los importantes cuidados que debemos tener en la práctica del ejercicio físico. La actividad física es una interesante vía para proporcionar salud, y cuanto más conozcamos sus recovecos, mejores serán los resultados que lograremos. 





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miércoles, 11 de diciembre de 2013

RETRASAR EL ENVEJECIMIENTO

El paso del tiempo cronológico es un hecho real para todo ser humano, pero uno puede escoger de qué manera quiere envejecer. De otra parte, es posible retrasar el envejecimiento de manera muy significativa, y al mismo tiempo que logramos dicho retraso, ganamos en salud. La actividad física llena el organismo de oxígeno facilitando así un ambiente alcalino, cosa que propiciará la reproducción de células sanas y,  en consecuencia, la disminución de la posibilidad de que se produzcan enfermedades.
Gran parte de los alimentos alcalinos son producidos por la naturaleza. Las proteínas son generadoras de acidez, así que las  frutas  frescas son muy necesarias, pues fomentan el equilibrio. Es importante que evitemos los alimentos procesados, ya que son generadores de acidez en las células, además de ser  capaces de  elevar rápidamente, y de manera muy importante, los niveles de azúcar en sangre pudiendo producir toxicidad.  Es importante tener en cuenta que los limones aparentemente son muy ácidos, pero una vez en el organismo son extremadamente alcalinos, así que la ingesta de un ácido alimenticio no tiene nada que ver con el pH del alimento. De otra parte, hay muchos otros alimentos que antes de su ingesta son aparentemente alcalinos, pero después de haber entrado en el organismo  dejan residuos ácidos. Esto pasa son casi todos los productos de origen animal.
Asimismo, los vicios también son grandes causantes de acidez en las células (tabaco, alcohol, drogas, etc.), junto con estilos de vida estresantes. Es importante recordar que las células alcalinas son las células sanas.  Las células ácidas pueden desarrollar muchas enfermedades, además de acortar el espacio de tiempo para que se produzca el envejecimiento, ocasionando efectos muy negativos para la edad biológica de las células.   
Es posible manipular los telómeros, de la misma manera que es posible cambiar algunas características de nuestro ADN,  a través de buenas costumbres, de una alimentación sana, de la actividad física constante y equilibrada.
Los telómeros son estructuras celulares compuestas por repeticiones de secuencias de ADN que se localizan en las extremidades de los cromosomas,    y que tienen como función proteger a éstos frente a la degradación que ocurre al completarse cada ciclo de duplicación.  Se acortan cada vez que las células se dividen.  Cada año que pasa los cromosomas pierden en  promedio 21 de las unidades que conforman  los telómeros, pero cuando éstos se vuelven extremadamente cortos, la célula que les hospeda pierde la capacidad de dividirse. Llevar una vida físicamente activa tiene efectos positivos muy importantes sobre la edad biológica de las células. La actividad física disminuye  el impacto del estrés oxidativo en las células, lo que nos deja claro que el ejercicio físico protege a las células de la acción de los radicales libres que aceleran el envejecimiento.
Conjuntamente con la actividad física, una alimentación sana y alcalina, y un estilo de vida equilibrado y libre de estrés, beber agua es de fundamental importancia,  puesto que además de facilitar la rehidratación de todo el organismo, incluyendo la piel, es el elemento principal para ayudar a que nos limpiemos por dentro.
El agua es importante para eliminar toxinas, regular  la temperatura del cuerpo, transportar oxígeno y nutrientes a todas las células del cuerpo; además,  la sangre está compuesta de un 92% de agua. Los huesos son un 22% de agua y  los músculos  un 75%.
El agua compone la mayoría de las células de nuestro cuerpo, es la parte más grande de nuestro sistema sanguíneo y linfático,  desarrolla una función primordial transportando alimento y oxígeno a las células y  desechando intrusos y desperdicios. Limpia nuestros riñones de substancias tóxicas; balancea nuestros electrolitos  ayudándonos  a controlar la presión sanguínea; humedece nuestros ojos, boca y orificios  nasales;  mantiene el cuerpo fresco cuando hace calor y aislado cuando hace frío;  nos provee de los minerales que  necesitamos  tales como magnesio, cobalto y cobre.

El agua llega por último a la piel. Si el cuerpo no obtiene el agua necesaria, la piel sentirá los efectos más que cualquier otro órgano. Una buena hidratación se encarga de dejar la piel más tersa, más pulida, más suave, más libre de arrugas. (1)
 Al mismo tiempo, en la ausencia de enfermedades,  ha sido comprobado que un buen programa de ejercicio físico unido a una alimentación balanceada y alcalina, una buena ingesta de agua, y la eliminación del estrés en el día a día pueden proporcionar un mínimo de diez años más de vida.  Además, en las edades más avanzadas, una persona que haya mantenido una vida sana y equilibrada a lo largo de toda una vida, podrá disfrutar de una estupenda salud  y estará llena de energía.






1. El blog del Dr.Sergio Simphronio: LA IMPORTANCIA DEL AGUA EN NUESRAS VIDAS.


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jueves, 28 de noviembre de 2013

EL CÁNCER DE PRÓSTATA

La prevención de las enfermedades es algo de suma importancia para que podamos fomentar un estilo de vida sano a lo largo de toda nuestra vida. Las campañas de prevención hacen despertar el interés de las personas por visitar con frecuencia a su médico.  Es muy importante que tengamos en cuenta que prevenir las enfermedades es algo fundamental  que puede contribuir al tratamiento y a la cura de muchas  dolencias de forma temprana, evitando largos sufrimientos.  Mantener buenos hábitos de vida y vivir de manera equilibrada es primordial para que consigamos disfrutar de la vida de manera sana, pero no siempre eso es posible. Por este motivo,  es fundamental que seamos conscientes de que, aunque nos sintamos bien, debemos visitar al especialista para la realización de exámenes que tienen por objetivo informarnos de la real situación en que se encuentra nuestro organismo, reduciendo así las posibilidades de tener anomalías.  
En los primeros años de vida las madres siempre están atentas a las visitas de sus hijos al pediatra, cosa que se alarga hasta la adolescencia,  o por lo menos debería ser así.  Ya en la adolescencia, desafortunadamente  los hombres perdemos la costumbre de acudir al médico, salvo que uno se encuentre en situación de verdadero peligro de salud o dificultad ocasionada por alguna enfermedad, accidente, etc.; y así vamos hasta que llegamos a las edades más avanzadas.

¡Tremendo error!

Hay muchas enfermedades que se pueden desarrollar a lo largo de toda una vida y sólo ser detectadas estando el paciente en niveles muy avanzados de la misma, como por ejemplo, el cáncer. Si las personas tuviesen la costumbre de hacer las pertinentes visitas a su médico, estoy seguro de que nos ahorraríamos un gran número de problemas y de posibles pérdidas. Es inútil hablar de medicina preventiva basada en actividad física, alimentación equilibrada o en cualquier otra acción por el estilo, si uno no se preocupar de  saber en qué condiciones de salud se encuentra mismo después de haber empezado un programa de entrenamiento. Tengo una gran preocupación con respecto a la población masculina, puesto que al mismo tiempo que se hace tanto énfasis a las campañas de prevención del cáncer de mama, cosa que me parece fundamental, y por fortuna hablamos de esta clase de cáncer sin tabús, es imprescindible que también hablemos del cáncer de próstata sin rodeos. Es esencial que los hombres nos dejemos tonterías y que empecemos a hablar abiertamente sobre el tema, además de acudir con frecuencia al especialista para los debidos controles.
Desde luego existen varios factores que pueden propiciar el desarrollo de esta enfermedad. Al mismo tiempo que las mujeres son proclives al desarrollo del cáncer de mama, los hombres tenemos propensión  a padecer cáncer de próstata. Hemos de dar atención a una serie de factores que pueden ser claves para el fomento de esta enfermedad,  tales como un mal estilo de vida, los excesos en los vicios (tabaco, alcohol, drogas),  etc. Los jóvenes tienen menos predisposición  a tener enfermedades, pero no están excluidos. Éstos son algunos de los síntomas del cáncer de próstata:

  • Hematuria (sangre en la orina o en el semen).
  • Impotencia (dificultad para lograr una erección).
  • Problemas para orinar, un flujo urinario lento, o necesidad de orinar varias veces, sobre todo por la noche.
  • Al orinar no ser capaz de vaciar toda la vejiga.
  • Dolor en las caderas, en la espalda, en el tórax, u otras áreas debido a la propagación del cáncer en el cuerpo.
  • Falta de fuerza o adormecimiento en los pies y piernas, pérdidas de control de la vejiga o de los intestinos debido a la presión que el cáncer ocasiona en la médula espinal. Estos síntomas también pueden ser ocasionados por otras enfermedades, motivo por el cual es muy importante acudir al médico con regularidad para que éste pueda hacer las debidas exploraciones y, si es necesario, empezar un tratamiento con el fin de solventar la situación. Es de interés saber que una de las enfermedades que presentan síntomas muy similares es la HIPERPLASIA PROSTÁTICA BENIGNA (BPH) que es el agrandamiento de la próstata. Ésta ocasiona dificultad para orinar con mucha más frecuencia que el cáncer. 

Grupos de riesgo:

  • Hombres mayores de 60 años.
  • Hombres de raza negra.
  • Factores genéticos.
  • Hombres que consuman una dieta rica en grasa, sobre todo animal.
  • Hombres que trabajan en industrias químicas: pintores, hombres expuestos al cadmio, trabajadores de las plantas de neumáticos.
  • Granjeros, agricultores (por exposición a agrotóxicos).
  • Hombres expuestos al agente naranja.

Los vegetarianos tienen una menor predisposición a padecer cáncer de próstata. En los hombres mayores de 75 años, es la causa más común de muerte.
Ante la existencia de cáncer en la próstata, el tratamiento dependerá del grado de anormalidad de las células cancerosas, de la existencia o no de metástasis habiendo una propagación del cáncer por fuera de la glándula prostática (puntaje de Gleason)  (1). En el caso de no haber diseminación del cáncer, no existiendo una propagación importante por fuera de la glándula prostática, es posible curarse. Normalmente, el cáncer de próstata empieza a manifestarse en los hombres a partir de los 40 años de edad, y de acuerdo con el historial genético y los hábitos de la persona en cuestión, el médico direccionará el enfoque para el tratamiento de una manera o de otra.  
Es factible disminuir el riesgo de padecer este tipo de cáncer manteniendo una dieta equilibrada, libre de alcohol, de tabaco, de drogas, con una  ingesta de alimentos ricos en ácidos grasos omega – 3, bajos en grasas. La dieta vegetariana puede ser una buena opción, o la comida japonesa tradicional.
La actividad física siempre es beneficiosa, pues la práctica del deporte o del  ejercicio físico es fundamental ya que son capaces de reactivar el cuerpo, ayudando a combatir las células malignas debido a que, cuando entrenamos, llenamos nuestro cuerpo de oxígeno, y las células cancerígenas  tienen poca resistencia a él. Las células cancerígenas viven en ausencia de oxígeno y en presencia de acidez. De otra parte, es importante saber que el sedentarismo y una alimentación desequilibrada fomentan un ambiente ácido dentro del organismo, y la acidez expulsa el oxígeno de las células. Los tejidos cancerígenos  son ácidos, y los sanos son alcalinos y necesitan de oxígeno para vivir (2).

Se ha comprobado que la ingesta de leche no es beneficiosa en el tratamiento del cáncer debido a que este alimento produce flemas, que es el alimento preferido de las células cancerígenas (3).

Si quieres saber más sobre este tema, no dejes de leer en mi blog el artículo: TRATAMIENTO DE ENFERMEDADES POR MEDIO DEL EJERCICIO FÍSICO: El CÁNCER




1. Escala de Gleason es un sistema que se emplea para medir el grado de agresividad de un cáncer.

2. El Blog del Dr.Sergio Simphronio - TRATAMIENTO DE ENFERMEDADES POR MEDIO DEL EJERCICIO FÍSICO: El CÁNCER

3. El Blog del Dr.Sergio Simphronio - TRATAMIENTO DE ENFERMEDADES POR MEDIO DEL EJERCICIO FÍSICO: El CÁNCER


Ahora también podréis seguir mis publicaciones visitando mi página de Facebook “Prof. Dr. Sergio Simphronio” o en Twitter.






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miércoles, 13 de noviembre de 2013

¿HAY QUE IR AL GIMNASIO SOLAMENTE PARA ESTAR BIEN POR FUERA?

La actividad física es algo que ya forma parte de la vida de muchas personas en gran parte del mundo; pasó a ser un negocio con un mercado creciente que genera millones al año. Sin embargo,  en la mayor parte de estos mismos  países donde tanto dinero produce esta industria,  todavía no se han dado cuenta de la importancia del ejercicio físico para el tratamiento de una tremenda cantidad de enfermedades. Infelizmente, ir al gimnasio o a un centro deportivo para entrenar  todavía tiene un enfoque más de estética que propiamente de salud. Una persona con sobrepeso  u obesa, habitualmente  busca ayuda profesional no por el riesgo de padecer enfermedades, sino porque no se ve estéticamente aceptada por la sociedad. Normalmente, y por desgracia, muchas de esas personas no visitan a su médico antes de empezar un programa de entrenamiento y se presentan directamente en el gimnasio para que se les haga un programa de entrenamiento.
Soy el primero en defender la importancia del trabajo del profesor de Educación Física, pero es fundamental que antes de que una persona en estas condiciones empiece un programa de entrenamiento  pase por su médico, pues antes de comenzar a hacer ejercicio es de suma importancia saber cómo uno está por dentro, además de tener los parámetros pertinentes para que se sepa hasta dónde se pueden llegar en la primera fase de entrenamiento. Esto sirve tanto para la obesidad, como para cualquier otro caso, habiendo anomalía o no.
De otra parte, antes de comenzar un programa de ejercicio es fundamental que se haga una evaluación física, pues hay muchos casos de personas que no saben que padecen enfermedades, y eso pasa porque desafortunadamente una gran parte de la población no tiene  la costumbre de ir al médico para hacerse revisiones de salud.
Cuanto más avanzan los estudios sobre el tratamiento de enfermedades por medio del ejercicio físico, más nos damos cuenta de la importancia de la actividad  física en nuestras vidas. Una buena actividad física promueve una tremenda cantidad de reacciones químicas en nuestro organismo que son capaces  de interactuar  de manera muy positiva.  Lo mismo pasa con la  alimentación sana  y  los buenos hábitos; pero esta clase de tratamiento, por medio del ejercicio físico, es bastante más efectiva en las primeras  fases de una enfermedad, ante la existencia de la misma. Por este motivo es muy importante mantener el  control de la salud por medio de exámenes preventivos. 
De otra parte,  las personas no tienen la costumbre de ir al médico  salvo  que estén enfermas, y en algunos otros casos necesitan estar muy enfermas para buscar la ayuda de un especialista.  Es fundamental que los exámenes preventivos sean tomados en serio, no importando la edad de las personas en cuestión, y que éstas no esperen a ponerse enfermas para buscar ayuda.
Hoy en día mucho se habla de prevención de las más distintas enfermedades, y ese es uno de los puntos clave para que podamos fomentar una vida verdaderamente sana, pero es fundamental hacer uso del sentido común. Por otro lado, hay muchas personas  asiduas a los gimnasios que presentan una buena forma,  luciendo en muchos casos una figura más que aceptable, pero que por dentro su estado es verdaderamente preocupante. El hecho de frecuentar un gimnasio no quiere decir que una persona esté sana. El lado estético nos puede proporcionar varias pautas sobre cómo una persona puede encontrarse interiormente, pero ello no quiere decir que una persona esté con salud sólo por el hecho de estar delgada o musculada. Es cierto que al practicar actividad física un individuo puede mejorar mucho su estado de salud, incluso inhibir la manifestación de muchas enfermedades; por este motivo es importante acompañar la actividad física con una alimentación balanceada, horas de descanso pertinentes para que se pueda hacer una buena recuperación,  un buen aporte hídrico, que se fomente la eliminación de los malos hábitos en el caso que existan  y, muy importante, una previa evaluación del estado físico de la persona  antes de empezar el programa de entrenamiento. El control de la salud debe ser un hecho, tanto en los casos de personas sedentarias como en aquéllos en los que la práctica de la actividad física sea constante.  Esta máxima debe ser extendida a todas las situaciones que impliquen el inicio de la práctica del ejercicio físico, incluyendo a la gran cantidad de nuevas técnicas de entrenamiento que hoy están en el mercado, siendo que muchas de ellas carecen de un estudio científico que compruebe su efectividad. Desafortunadamente esto es un hecho real. Por este y por muchos otros motivos, es de gran importancia que sepamos cómo estamos por dentro.    
Hoy en día, hay mucha gente estresada debido al ritmo de vida que llevan. He conocido muchos casos de personas que han soportando esta situación hasta que, en el día menos pensado, han dicho basta y, en la búsqueda de una mejor calidad de vida y de tener más tiempo propio,   han resuelto cambiar de estilo de vida, de trabajo, y de actividades diarias. De los casos que he conocido, la mayor parte eran ejecutivos de grandes empresas que pasaron a enfocar su vida de una manera muy diferente.  Algunos se iniciaron en la práctica del yoga y la meditación; otros cambiaron la ciudad por el  campo, etc., pero muchos de ellos tuvieron problemas para superar esa adaptación pues,  como suele pasar, las personas piensan que es sólo cambiar y ya está,  pero se olvidan de algo fundamental:  su cerebro.  Aquellas personas no se habían dado cuenta de que seguían estresados, pues lo único que habían hecho  era cambiar de actividad, pero no de actitud.  Después de un cambio como éste, normalmente lo que suele ocurrir al principio es que las personas sigan teniendo prisa por hacer las cosas: si el profesor se retrasa para empezar la clase se enfadan;  no se relacionan de manera tranquila con los compañeros de la clase de yoga o de estiramientos; y si  se van a vivir  al campo no consiguen entender que tienen todo el tiempo del mundo para hacer  lo que quieran.  Lo anterior también pasa con muchas personas que se jubilan.
Es normal que estas cosas ocurran, pues su cerebro está acostumbrado a trabajar bajo la constante liberación de la ACTH (hormona del estrés), y han  estado toda una vida gestionando  su organismo bajo esa situación. Después de estar muchos  años funcionando con una actividad fisiológica negativamente al límite, de golpe y de forma inconsciente intentan cambiar el funcionamiento de su cerebro fomentando estímulos positivos que raramente habían experimentado  antes. Su corazón estaba adaptado a ingentes esfuerzos, pues el estrés camina de manos de la hipertensión. Aunque esta clase de personas estén acostumbradas a frecuentar los gimnasios con normalidad, la mayoría  busca actividades fuertes, de entrenamiento intenso,  como una manera de compensar el estrés que sufren  y también de ganar calidad de vida, pero sus malos hábitos fuera del gimnasio hacen que su cerebro se mantenga siempre en estado de alerta a los estímulos nerviosos. Y éste es uno de los numerosos ejemplos que hacen referencia a lo anteriormente citado: personas que aparentemente lucen buena figura  pero que interiormente no están sanas.





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jueves, 31 de octubre de 2013

LOS CAMBIOS QUÍMICOS DEL CEREBRO EN EL EJERCICIO FÍSICO Y EL HIPOTIROIDISMO

Cuando se habla de actividad física se suele enfocar el tema hacia el rendimiento físico, las nuevas técnicas de trabajo, la manera más efectiva de conseguir los mejores resultados, etc.; pero nada de esto sería posible de no ser por el maravilloso trabajo de nuestro cerebro. La práctica del ejercicio físico es capaz de proporcionar importantes cambios químicos en nuestro cerebro, facilitando una significativa mejoría en nuestro estilo de vida y, en consecuencia, en nuestra salud. Al empezar la práctica del ejercicio físico la circulación de la sangre aumenta de velocidad, alterando así el metabolismo. El cerebro va tomando medidas de acuerdo con la subida de presión de sangre en el corazón. Ésta es una situación de estrés que es solventada con la liberación de una proteína llamada BDNF(factor neurotrófico derivado del cerebro). El BDNF contiene elementos reparadores y a la vez protectores para las neuronas, sobre todo las encargadas de la memoria, y actúa como una llave de reinicio.

Es una respuesta al estrés desde un punto de vista molecular.

Por este motivo después de la actividad física nos sentimos tan a gusto, además de tener las respuestas para muchos problemas que nos atormentaban antes de empezar la sesión de ejercicios. A su vez, otras sustancia químicas son liberadas: las endorfinas, que son de suma importancia en el combate del estrés. Las endorfinas tienen como uno de sus objetivos principales bloquear el dolor mientras se practica ejercicio físico. Es muy interesante saber que estas  sustancias que  libera el cerebro son muy adictivas, así que tanto las endorfinas como el BDNF nos pueden viciar a la actividad física, cosa que no está mal siempre y cuando la práctica deportiva se haga de una manera equilibrada , con mesura,  y siguiendo  una alimentación balanceada.  La actividad física juega un papel fundamental en el rol de las enfermedades, pues es capaz de estimular el cerebro de manera que se haga posible el cambio de la naturaleza de las células, sobre todo por vía del gran flujo de oxígeno que pasa a circular por las arterias con la práctica del ejercicio físico. Eso promueve un ambiente totalmente alcalino en el organismo, haciendo mucho más difícil la propagación de muchas enfermedades, y facilitando la recuperación de muchas otras.
En el caso de las personas que tienen problemas de sobrepeso, practicar actividad física no sólo les ayudará a controlar su peso por medio de la pérdida de calorías promovida por el ejercicio físico, como también les suministrará un importante cambio en la química de su cerebro. La disminución del hambre es un hecho que ocurre al entrenar físicamente. Cuando el hipotálamo percibe que se han consumido hidratos de carbonos, el cerebro produce serotonina, y esta sustancia se encarga de avisar al organismo de que tal consumo es suficiente. Desafortunadamente este sistema se puede ver alterado de una manera muy drástica por varios factores, principalmente en los individuos con problemas importantes, como por ejemplo el de tiroides.
Si el metabolismo del individuo es muy lento para el apetito marcado por el cerebro, y si además la persona en cuestión come demasiado rápido, la glándula  tiroides mandará un mensaje que hará que el metabolismo disminuya la velocidad de funcionamiento, haciendo que lo que sería una cantidad adecuada de comida, pase a ser una cantidad que exceda los niveles de dicho metabolismo, teniendo como resultando un aumento de peso. El estrés también es un factor clave que se interpone en el camino del buen  funcionamiento de los neurotransmisores, haciendo que éstos  faciliten la disminución de la producción de serotonina. Es fundamental que los niveles de serotonina se mantengan equilibrados, pues esta sustancia es una de los principales combatientes de la depresión, y ésta debe de ser combatida, a ser posible, sin la utilización de antidepresivos.

La glándula tiroides regula el metabolismo del cuerpo, es productora de proteínas, y regula la sensibilidad del cuerpo hacia otras hormonas.

En los casos de hipotiroidismo, es más común de lo que imaginamos ver pacientes que no consigan volver a su peso ideal, y es fundamental enfocar la  atención a dos factores: en primer lugar mantener una alimentación adecuada y balanceada, baja en grasas y en hidratos de carbono (consumir menos energía de la que se gastará); y en segundo  lugar, mantener un buen programa de entrenamiento físico con un enfoque en la reducción de peso. En casos como éstos es fundamental mantener un balance metabólico muy equilibrado.
Las hormonas tiroideas son secretadas por la glándula tiroidea, y éstas controlan la velocidad de las funciones químicas del cuerpo, la velocidad metabólica. Las hormonas tiroideas tienen dos efectos importantes sobre el metabolismo: estimular a casi todos los tejidos del cuerpo, y aumentar la cantidad de oxígeno utilizado por las células. El retraso o la detención del crecimiento sería un hecho real en la ausencia de las hormonas tiroideas. En algunos casos de hipotiroidismo, el consumo de una dieta alta en hidratos de carbono puede ocasionar una condición llamada “Resistencia a la Insulina”, cosa que no ocurre en todos los casos de hipotiroidismo. La resistencia a la insulina hace que las células no respondan correctamente a la absorción de insulina. Por ese motivo, el cuerpo tiene que aumentar la producción de insulina para mantener los niveles óptimos de glucosa en sangre. Al pasar esto, la insulina se queda  en la sangre en concentraciones mayores a las normales, lo que se denomina Hiperinsulinemia.

Cuando los niveles de insulina en sangre son altos la sensación de hambre es mayor, y en algunos casos exageradamente anormales.

Al existir altos niveles de insulina en sangre, la asimilación de azúcar se dificulta, y las células se dedican a acumular grasa en lugar de procesar el azúcar para la producción de energía. Todo este proceso hace que sea bastante más difícil bajar de peso. Más que la dificultad en bajar de peso, la resistencia a la insulina y la hiperinsulinemia normalmente surgen al mismo tiempo, y son antecesores de la diabetes, de problemas de presión arterial, cardiacos, y de altos niveles de colesterol.
Es muy importante tener en cuenta que en estos casos una dieta baja en grasas,  hidratos, y rigurosamente controlada, junto con un buen programa de entrenamiento físico, será uno de los mejores tratamientos; pero es fundamental tener paciencia, pues los resultados sólo empezarán a aparecer una vez que el metabolismo se adapte a la nueva situación. La práctica del ejercicio físico es capaz de cambiar la homeostasis de las células, alterando así nuestros hábitos orgánicos.  






                                                                                                                                   
Cumplimos 2 años de blog, así que durante este mes podréis hacer sugerencias de temas a tratar. Los podéis sugerir aquí mismo, en los comentarios del artículo, o en mi página de Facebook (Prof.Dr.Sergio Simphronio).









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jueves, 17 de octubre de 2013

EL MOVIMIENTO EN LA EVOLUCIÓN HUMANA Y LOS AVANCES TECNOLÓGICOS.


Con el pasar de los tiempos la evolución del  hombre ha sido un hecho consumado, pero todavía existen algunos aspectos en los que dicha evolución se ha estancado debido al cambio de rumbo que nuestro desenvolvimiento  sufrió  en función del increíble desarrollo intelectual que nos ha sucedido en los últimos siglos, lo que proporcionó gran cantidad de descubrimientos y avances en todos los campos, incluyendo el tecnológico. Al hablar de este último, es importante ser conscientes de que estamos un poco desubicados, pues veo  cómo muchas personas están dejando de vivir de una manera intensa y productiva para ellas mismas y para la sociedad, para estar dentro de una vida virtual, que además lleva al sedentarismo y , en muchos casos, a las malas costumbres, pues son capaces de estar todo el día delante de sus ordenadores, de sus teléfonos de última generación, o con sus Ipads (tablet); de otra parte, parece que ya es algo normal que muchas personas tengan parejas virtuales, siendo que en algunos casos desarrollan verdaderas relaciones sin ni siquiera haberse conocido en persona. La modernización de las costumbres no está mal, lo que no es de “agrado biomecánico”, tampoco neurofisiológico, son las costumbres contemporáneas dentro de la falta de  sentido común, y en lo referente a las relaciones sociales estamos perdiendo el norte. 
Moverse es parte de la idiosincrasia de los mamíferos.
El movimiento constante favorece un buen flujo de sangre y oxígeno hacia al cerebro, estimulando de esta manera mayores sinapsis entre neuronas y, en consecuencia, el desarrollo de la inteligencia, así como una mejoría significativa en el estado físico de la personas y una mejor salud. 
Ha sido comprobado que, desde el principio de la humanidad, las reacciones neurofisiológicas del hombre (estrés, miedo, agresividad, instinto de protección de las madres, etc.), siempre han sido iguales a las del hombre actual, pero con el tiempo esas mismas reacciones fueron sufriendo alteraciones en función del estilo de vida y de las experiencias vividas.
Antiguamente, en el principio de las eras, el hombre tenía estrés cuando se veía en peligro. Hoy, a muchas personas, cualquier situación les produce los mismos niveles de estrés que los que padecían nuestros ancestrales cuando se veían en situaciones comprometidas.  Asimismo, es interesante reflexionar sobre el comportamiento humano, puesto que somos capaces no sólo de dejar de movernos favoreciendo una vida menos saludable, como también de fomentar en otros mamíferos el mismo estilo de vida sacándoles de su hábitat natural y manteniéndoles cautivos en espacios tremendamente reducidos. Piensa que el elefante que has visto en el zoo o en un circo, en situaciones normales de vida,  se desplazaría varios kilómetros cada día, al igual que muchos otros animales salvajes.
El movimiento es uno de los atributos de la naturaleza humana que mejoró mucho, pero por infelicidad en algunos casos la falta de actividad física proporciona una devaluación  en la calidad de vida. El movimiento es una de las vías más importantes para el desarrollo de la inteligencia, pero desafortunadamente está siendo descuidado. Es muy positivo que se fomente la utilización de las nuevas tecnologías, al mismo tiempo que también es muy positivo incentivar la práctica del ejercicio físico y hacer que las personas se muevan más, pues de eso depende una mejor o peor calidad de vida.
De todos los mamíferos, el hombre es por excelencia el más desarrollado, cosa que algunas veces es difícil de creer debido a la ingente cantidad de atrocidades que presenciamos  cada día y en todas partes. De todas formas, si hacemos una comparación del desarrollo del cerebro humano con el de muchos otros mamíferos,  nos daremos cuenta de la diferencia de tamaño que existe entre el del hombre y el de los demás animales, incluyendo los primates; pero eso no es lo que realmente mesura el desarrollo de la inteligencia de los animales, sino las sinapsis entre neuronas. Es cierto que el cerebro humano pesa cuatro veces más que el de un chimpancé, pero también tenemos que recordar que el hombre de Neanderthal tenía un cerebro más grande que el nuestro y no era capaz de hacer un dibujo en las paredes de las cavernas.
En la evolución del cerebro del hombre se ha incorporado un conjunto de estructuras cerebrales conocidas como sistema límbico que, de entre otras funciones, es responsable de la memoria, las emociones, y el aprendizaje. En los días de hoy estamos conociendo cada vez más sobre nuestro cerebro. Sabemos que es capaz de producir casi 1500 neuronas por día y que, además de generarlas, también se ocupa de la regeneración neuronal. Lo que está claro es que, en algunos casos, la inteligencia humana es muy bien empleada.  En los últimos 30 años la vida se ha tornado bastante más fácil de lo que era antes debido a los inventos y avances en todos los ámbitos, pero desafortunadamente, una gran parte de la población mundial se está acomodando dentro de la practicidad de la vida urbana, y lo peor es que las nuevas generaciones que están viniendo están siendo educadas dentro del sedentarismo, de la mala alimentación  y,  algunas veces,  con carencia de valores. La vida excesivamente sedentaria proporciona una pérdida de habilidades biomecánicas que pueden comprometer el desarrollo de nuestra inteligencia. Teniéndose en cuenta el superior tamaño del cerebro humano frente al de la mayoría los demás animales, y la incomparable cantidad de sinapsis que a cada momento  acontece entre neuronas dentro del cerebro del hombre, podemos afirmar que la falta de ejercicio nos hace perder una inmensa cantidad de facultades que podrían ser muy beneficiosas, tanto para seguir desarrollando nuestra inteligencia como para mejorar nuestra salud. De otra parte, es importante tener en cuenta que muchos de los tratamientos  que pudiéramos necesitar ante una supuesta enfermedad, podríamos encontrarlos en nuestro proprio cuerpo; en otras palabras, tener una vida sana libre de vicios, una buena alimentación, y practicar ejercicio físico son de suma importancia, pues sus efectos beneficios son innumerables, aparte de que la actividad física es pura medicina preventiva y puede proporcionarnos la solución a muchos problemas, sean estos de salud física o psicológica.






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jueves, 10 de octubre de 2013

LA ACTIVACIÓN DEL CEREBRO POR LA MAÑANA

Al despertarnos por la mañana, cada persona funciona de una manera totalmente diferente: algunas necesitan más horas de sueño para ponerse a punto; otras con poquísimas horas se ponen “como una moto“; otras sienten la necesidad de hacer las cosas de una manera gradual, etc.  Margaret Tatcher se ponía en marcha con sólo 4 horas de sueño; en cambio Albert Einstein necesitaba once horas. Esto se debe a que existe una variante genética de nombre ABCC9, que es la responsable de hacer que las personas portadoras de ese gen sientan más necesidad de dormir que otras.
Cuando nos acostamos, el cerebro estimula la liberación de una sustancia natural llamada “Melatonina”. Ésta actúa en el sistema nervioso central y se encarga de estimular nuestro somnífero natural  haciéndonos dormir. (1)
Dormir es sin duda una actividad primordial  para el buen funcionamiento de nuestro organismo. La expresión “sueño reparador” es del todo acertada, pero más que proporcionar descanso, durante el sueño ocurren acciones  muy interesantes en nuestro cuerpo. Cuando estamos durmiendo el cerebro sigue con su frenética actividad y se intensifican  las labores de configuración, codificación y descodificación de las  informaciones recibidas durante el día. Mientras dormimos el  cerebro incrementa su actividad. Todo lo que hemos visto y las cosas que  hemos vivido durante el día previo al descanso,  estarán almacenadas en el lóbulo temporal y serán trabajadas a lo largo del sueño, así que  cuando estamos durmiendo nuestras  experiencias son fortalecidas en el cerebro, pues las conexiones se consolidan.(2) La velocidad con la que ese procedimiento ocurre varía de persona a persona, pero cuando ese proceso es interrumpido, en otras palabras, cuando la persona en cuestión se despierta de golpe,  ya sea porque alguien la ha llamado,  por el despertador por ser hora de irse al trabajo, o por cualquier  otro motivo, normalmente el resultado es un tremendo mal humor.
Despertarse de golpe de un sueño profundo afecta a la capacidad de formación de nuevos recuerdos. Dentro del ingente trabajo de asimilación de las informaciones que recibimos a lo largo del día, el momento del sueño es la hora en la que nuestro cerebro formatea los recuerdos en la memoria, y si ese proceso es interrumpido bruscamente, ese trabajo se detiene y la persona se despertará desubicada, y como una de las consecuencias, con mal humor. Sin embargo, gran parte de las personas que consiguen concluir sus horas de sueño de una manera natural, se despiertan con dificultad, y les cuesta ponerse en marcha para afrontar el día que está por comenzar, siendo que una enorme parte de la población mundial, “no se sienten personas” hasta el momento de beber su taza de café. Si tú, que estás leyendo este artículo, eres una de estas personas, tengo que informarte de que desafortunadamente para ti, los efectos estimulantes del café en ese momento del día son nulos, siendo que, al beber café a primera hora de la mañana el efecto es meramente psicológico, aunque muchos quieran creer lo contrario. Investigadores de la East London University realizaron un estudio con un gran número de voluntarios de entre 18 y 47 años,  muchos de ellos adictos a la cafeína. Hicieron creer a algunos que lo que bebían era café con cafeína, y a otros justamente lo contrario. Acto seguido, les realizaron varias pruebas diseñadas para mesurar su rendimiento mental y su estado anímico. Los que habían bebido café descafeinado pensando que era con cafeína, mostraron una importante mejoría, e incluso realizaron tareas  mucho más importantes y con mayor grado de concentración  que aquéllos que sí habían consumido cafeína. En realidad, por una parte es más una cuestión de costumbres aprendidas y de las altas expectativas depositadas en el café como “el salvador de la mañana“; de hecho muchas personas incluso pueden notar el cambio nada más sentirlo en la boca, pero se ha constatado que es fisiológicamente irreal.
Más que esperar que el café sea el estimulante de la mañana, una cosa inteligente sería despertar con más tiempo y hacer las cosas con más tranquilidad, teniendo tiempo incluso para estirar el cuerpo, pues esta actividad es de suma importancia para nuestro organismo, sobre todo por las mañanas, pues permite la reubicación de los fluidos que se acumulan mientras dormimos. Además de esa acumulación, mientras dormimos el cuerpo sufre una leve  pérdida de tono muscular. El estiramiento por la mañana en el momento de despertar ayuda a recuperar la integridad de la musculatura, proporcionando una recalibración de los mecanismos que definen el movimiento.
Para ponerse en marcha por la mañana, más que beber café, es posible estimular el cerebro por medio de los movimientos de las manos. De los centros nerviosos que se relacionan con las manos, éstas son tan importantes que el espacio que el sistema nervioso central les destina es del mismo tamaño que el de las demás percepciones sensoriales juntas.

Las manos tienen un  incontable número terminaciones nerviosas.

Cosas como utilizar la mano no referente es una inteligente forma de estimular el cerebro, como un ejemplo: peinarse con la mano izquierda, o que los zurdos se limpien los dientes con la mano derecha, o vestirse con los ojos cerrados, etc. El tema es lograr tener una mayor concentración a primera hora del día. Nuestras manos tienen 17.000 corpúsculos del tacto. Al proporcionar esa clase de estímulos al cerebro éste se ve sorprendido, y realiza otras clases de conexiones neuronales, se incrementan las sinapsis, desarrollamos nuestra inteligencia y, lo fundamental en ese justo momento, nos despertamos sin la necesidad de la cafeína.

   

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