martes, 24 de abril de 2012

NUESTROS PIES Y EL PIE DE ATLETA

                                     
El pie es la porción inferior o distal de los miembros inferiores, sobre el que nos apoyamos.  Tiene dos partes: el talón y los dedos.
Cada uno de los pies tiene 26 huesos, 33 articulaciones, y más de 100 tendones, músculos y ligamientos. Con normalidad pueden suceder varios problemas que son comunes a los pies. Algunos de ellos son los juanetes, los callos y las durezas, las verrugas plantares y la caída del arco.
El uso de zapatos inadecuados pueden causar estos problemas. La edad y el sobrepeso también aumentan las posibilidades de que se ocasionen problemas en los pies.
Desafortunadamente sólo nos damos cuenta de la importancia de las distintas partes de nuestro cuerpo cuando sufrimos algún tipo de inconveniente. De todas formas, es de suma importancia que seamos conscientes de cuán importante son nuestros pies y del estupendo trabajo que desarrollan.
Con relación a los movimientos de los pies, con analogía a la posición de referencia, encontramos los movimientos de flexión dorsal y de flexión plantar. La flexión dorsal permite la aproximación del dorso del pie a la parte anterior de la pierna. El movimiento es de aproximadamente 20º. En la flexión plantar, el movimiento aleja el dorso del pie a la parte anterior de la pierna. El pie se localiza en la continuación de la pierna. La amplitud de ese movimiento se sitúa hasta más o menos 45º.
Los pies también producen los movimientos llamados de aducción, que son  los movimientos en los que la punta del pie es llevada hacia dentro. La referencia se hace con respecto al plano simétrico del cuerpo. Los movimientos de abducción son aquellos en que el extremo distal del pie es llevado hacia fuera. Ya en  los movimientos de supinación, se orientan las plantas de los pies hacia dentro. La supinación es la unión de la flexión plantar, la aducción y la inversión. La pronación es lo contrario de la supinación, las plantas de los pies miran hacia fuera. Es la combinación de la flexión dorsal, la abducción y la eversión. La inversión es la elevación del borde mediano del pie. Es el movimiento en que la punta se gira hacia dentro, la planta mira hacia fuera, y el pie se inclina hacia abajo en flexión plantar. La amplitud de movimiento es de aproximadamente 35º. La eversión es la elevación del borde lateral del pie. En este movimiento la punta del pie se gira hacia fuera, la planta mira al exterior y la parte dorsal del pie se eleva. Su amplitud es de aproximadamente 25º. Estas informaciones también pueden ser interesantes  a los papás, para que puedan identificar las características plantares de sus hijos.
Con respeto a la manera de pisar, podemos evaluarlas de dos maneras: estática y dinámica. La forma dinámica corresponde al examen del  pie en movimiento  y la manera estática corresponde a una huella plantar   en la posición anatómica. Hay tres tipos de pisadas: la pronadora, la neutra y la supinadora.  El pie  pronador es aquél que se hunde hacia la zona interna, y  los tobillos se giran hacia dentro. Ese es un efecto necesario, pues de esa manera el pie divide la carga recibida en cada paso para poder ajustarse a las anomalías de la superficie. De no ser por el movimiento de pronación los pies se lesionarían con tremenda facilidad.
El pie Neutro indica que los tobillos no giran ni hacia fuera ni hacia dentro. Aproximadamente un 45% de los corredores tienen pie neutro. Es el pie que tiene una situación normal, comienza el apoyo en la parte externa del tobillo y ejerce una pequeña pronación en la mitad del pie.
El pie supinador es el que tiene una situación contraria al del pronador. Es un pie bien estructurado, con movimientos poco inestables, y con el tobillo hacia fuera. Normalmente los supinadores pisan y desgastan sus zapatillas en toda  la parte externa.  Estas informaciones también pueden ser de gran interés a los deportistas y practicantes de actividad física.
Estas son las deformidades congénitas más frecuentes de los pies.

Pies planos: El arco  longitudinal interno desaparece o se encuentra aplanado.
Pies cavos: El arco longitudinal está acrecentado.
Pie equino: El pie se apoya en el suelo con la parte anterior. El talón no toca suelo.
Pie talo: El pie toca en el suelo solamente con la parte del talón.
Pie varo: La planta del pie se proyecta hacia el interior.
Pie valgo: La planta del pie se proyecta hacia el exterior.

Después de conocer todas estas informaciones  biomecánicas y funcionales a  respecto de los pies, es fundamental que sepamos cuidarlos como es debido, e  independiente del tipo de pie que tengamos o del deporte o actividad física que practiquemos, todos corremos el riesgo de tener el tan molesto “Pie de Atleta”.
El pie de atleta está originado por hongos que causan picores, grietas y se produce descamación, especialmente entre los dedos.  Es altamente contagioso y se puede contraer fácilmente por contacto en áreas como las  piscinas, en los suelos de las duchas, en los vestuarios,  baños, etc.  Sin embargo el mero contacto con el hongo no es suficiente para adquirir el pie de atleta.  Ese hongo se desarrolla únicamente en ambientes cálidos y húmedos, como los producidos en zapatos ajustados y húmedos o calcetines sudados, con lo que se incrementa el riesgo de contagio.
Existen tres tipos principales de pie de atleta: crónico, estacional y con ampollas.  El pie de atleta crónico se caracteriza por pequeñas grietas, descamaciones  y debilidad de la piel, generalmente entre los dedos que puede extenderse por la planta e incluso por las uñas de los pies.  El pie de atleta estacional se contrae principalmente en los meses de verano, pudiendo generar pequeñas ampollas en el empeine y en la planta del pie.  La piel puede  llegar  a descamarse.  El pie de atleta con ampollas es la manifestación más grave de esta enfermedad, y pueden  producirse descamaciones, ablandamiento de la piel y dolorosas úlceras supurantes en la planta del pie acompañadas de olor e incapacidad física.
Una vez solventada la infección, la mayoría de las etapas del pie de atleta pueden ser controladas con medicinas sin receta disponibles en forma de cremas, pomadas, líquidos y polvos.  Los remedios más comunes incluyen miconazol o clotrimazol.  En caso de uñas infectadas, ampollas con olor, supuración,  inflamación o grietas en la piel, piel descamada y ardiente (especialmente en los niños), o si la piel de entre los dedos tiene apariencia blanquecina, sudada, dolorida o con olor, consulte con el especialista.  Las personas diabéticas deben consultar con su  médico, pues algunas de estas medicinas que no necesitan receta pueden ser perjudiciales.
Sin embargo la "cura" más efectiva para el pie de atleta es la prevención.  En la mayoría de los casos se debe  tomar algunas precauciones:
1.  No llevar zapatos apretados por mucho tiempo.
2.  En áreas de alto riesgo como piscinas,  baños y duchas públicas, utilizar sandalias para  proteger los pies.
3.  Lavar los pies con frecuencia  y a fondo.
4.  Utilizar  polvos de talco o de almidón de maíz para los pies.
5.  Asegúrese de secar bien los pies, especialmente entre los dedos.  Nunca   poner  calcetines o  zapatos sobre  pies húmedos. Cambiar los calcetines al menos una vez al día.

Es importante consultar a un médico  antes de utilizar cualquier producto o empezar un tratamiento sin receta.  Él  aconsejará  la forma adecuada de utilización y  administración de los fármacos,  además de  advertir de cualquier efecto secundario o contraindicación que pueda presentarse.
Soy consciente de que este texto puede haber resultado pesado de leer, pero a la vez la sensatez me ha llevado a escribir de esa manera, pues creo que las anteriores  informaciones podrán ser útiles, y al mismo tiempo ser proporcionadas a las personas que se sientan identificadas.




martes, 17 de abril de 2012

ROPAS INADECUADAS PARA LA PRÁCTICA DE LA ACTIVIDAD FÍSICA

La ropa es uno de los temas más importantes para la práctica del ejercicio físico, pues es un  factor determinante  en  la velocidad de la alteración de nuestra temperatura corporal dentro de una sesión de  entrenamiento.
Siempre que nos movemos variamos nuestra  temperatura corporal, así como nuestro metabolismo. Los movimientos de nuestro  cuerpo  estimulan  el cambio  de  velocidad de la sangre en el organismo, hace que nuestro corazón tenga que trabajar con más rapidez e intensidad con el fin de  poder bombear la sangre que recibe y la que envía. El cuerpo humano está debidamente diseñado para soportar casi todos los estímulos fisiológicos que le ocasionemos a través de los movimientos y del ejercicio, pero  cuando estos mismos  estímulos son demasiado severos o proporcionados de una manera desmedida, el cerebro se encarga de enviar las informaciones precisas al corazón para que éste fomente su actividad y envíe la sangre a las extremidades con mayor velocidad intentando evitar el sobrecalentamiento de nuestro cuerpo.
Cuando nos preparamos  para desarrollar  alguna clase de entrenamiento, en los calentamientos  previos a la actividad física, ocurren importantes cambios metabólicos. Circulación: la ampliación  del volumen sistólico  y la intensificación de la frecuencia cardíaca y de la tensión arterial, el  aumento de intensidad del volumen de la sangre a los músculos. Respiración: se amplía la frecuencia respiratoria y el volumen de aire que ha sido activado. Músculos: se acentúan las reacciones químicas al mejorar la actividad enzimática, aumenta la cantidad de glucosa transeúnte, se incrementa la rapidez de contracción y disminuye el tiempo de reacción, se intensifica la fuerza de contracción y la elasticidad. Sistema nervioso: aumenta y facilita la transmisión de estímulos nerviosos por lo que la coordinación se ve incrementada. Psicológico: refuerza la motivación y disminuye la fatiga y la ansiedad.
Estos cambios fisiológicos  y muchos otros que no han sido citados, ocurren en una situación normal, pero me he referido solamente a los calentamientos. En el caso de que exista  alguna anormalidad que haga que la temperatura corporal se descontrole, como puede ser el caso de la utilización de ropas inadecuadas para la práctica de la actividad física, el descontrol fisiológico  y los efectos del mismo pueden ser  desastrosos.
Muchas personas por desinformación, tienen la costumbre de utilizar más ropa de la que necesitan para el entrenamiento diario,  pues piensan que de esa manera perderán peso más rápido. Muchas  veces estas mismas personas se pesan en la báscula antes de empezar la sesión y después de terminarla; se dan cuenta de  que han perdido peso y se alegran por ello. Esa forma de perder peso es irreal, además de muy peligrosa. En realidad se deshidratan, pero   pierden poca grasa. En una sesión de entrenamiento podemos llegar a perder más de 3 kilos y recuperarlos en la primera alimentación. Eso es lo que normalmente pasa a las personas que utilizan demasiada ropa  durante su entrenamiento. Es un mito del pasado que desafortunadamente  muchos individuos siguen creyendo. La comparación es muy sencilla: estando en casa,  coger un vaso de vidrio incoloro  transparente, llenarlo con agua, acto seguido echar aceite por encima del agua y ver lo que pasa. Resultará  una mezcla totalmente heterogénea, el  aceite no se mezcla con el agua. Lo mismo pasa con la grasa y el líquido que perdemos. Sudar no es lo mismo que perder grasa.
Al utilizar demasiada ropa para entrenar, el cuerpo se calentará con mucha velocidad, el corazón latirá más rápido con el objetivo de intentar equilibrar  la temperatura corporal al mismo tiempo que empezaremos a “sudar la gota gorda” eliminando toxinas para facilitar la circulación del flujo sanguíneo. La descompensación de la temperatura entraña posibles problemas muy importantes, incluso cardíacos a las personas que  tengan alguna clase de pre disposición a esa enfermedad  y no lo sepan debido a la falta de control médico. Y si esas personas, además de utilizar ropas inadecuadas para entrenar  mantienen  una dieta insana basada en alimentos calóricos y/o son consumidores de alcohol, se podría decir que estos individuos son una bomba de relojería. En casos como estos, mientras están entrenando,  las bajadas de tensión serán  comunes. Es una de las maneras que el cuerpo tiene de decir que algo no están haciendo  bien y que deben cambiar su actitud. 
Para la práctica de la actividad física siempre se debe utilizar ropas confortables, y que tengan una buena interacción con el medio, es decir, que el calor corporal no se quede dentro de la ropa. Es importante que los vapores corporales que producimos mientras sudamos y subimos la temperatura de nuestro cuerpo a través de los ejercicios,  salgan hacia el medio facilitando así el cambio de oxigeno con  nuestro cuerpo. Eso hará que nuestro sistema térmico trabaje con más eficiencia  produciendo los  cambios metabólicos adecuados y de una manera equilibrada.
Para que podamos bajar de peso en un entrenamiento  aeróbico, se recomienda trabajar  dentro de este linear como mínimo 20 minutos y de una manera continuada. A partir de ahí la quema de calorías se hará real. El sudor que se pierde  antes de ese tiempo es simplemente agua que se recupera muy fácilmente.  Si la intensidad del entrenamiento es buena, los resultados serán  aún mejores. Las ropas inadecuadas que  produzcan poco cambio de oxígeno con el medio ambiente o que no los produzcan, no son nada recomendables. En la práctica de actividad física la ropa no debe ser solo un complemento, sino un elemento fundamental para la práctica del ejercicio. Además de hacer  que nos sintamos  cómodos, debe cumplir una función muy importante, la de protegernos  mientras entrenamos. Según el tipo de entrenamiento o deporte que practicamos, podemos encontrar un tipo de atuendo y de zapatillas adecuados a nuestras necesidades que incluso son capaces de proporcionarnos un mejor rendimiento dentro del entrenamiento. La industria del deporte y la de la actividad física está tan avanzadas que en los días de hoy los productos que fabrican se adaptan perfectamente al mercado en que actúan y cubren con creces las necesidades de las personas que se dedican al ejercicio físico, igualmente las investigaciones que desarrollan para la mejoría de sus productos son muy beneficiosas.
Por ese motivo es algo surrealista ver personas haciendo footing  por la calle cargadas  de ropas y toallas por el cuello en pleno verano o mismo en invierno.
Con alusión a las zapatillas pasa lo mismo. Es importante escoger zapatillas que estén en consonancia con los movimientos que haremos dentro de la práctica deportiva que hemos elegido practicar. Para  cada actividad física podremos encontrar el calzado deportivo adecuado no solo para los entrenamientos que desarrollamos, sino también para la morfología de nuestros pies. Por ello es una  interesante idea buscar zapatillas que puedan darnos un mejor rendimiento físico, pero sin olvidarnos de lo más importante, que sean aquéllas que tengan una excelente refrigeración no permitiendo que nuestros pies se sobrecalienten, tampoco que nuestros calcetines se mojen debido al sudor empapando los pies, con el peligro de desarrollar hongos. Es fundamental que estas zapatillas nos  proporcionen  un buen cambio de oxigeno con el medio ambiente, facilitando así el control térmico de nuestro cuerpo.

martes, 10 de abril de 2012

LA OPERACIÓN BIQUINI

Todas las primaveras oímos a cantidad de personas decir que se pondrán las pilas y se apuntarán a los gimnasios para bajar de peso con el objetivo de lucir su cuerpo dentro del bañador o del biquini de cara al verano. Algunos con muchos kilitos por encima del peso ideal y otros no tanto. Una vez en el gimnasio, la mayor parte de estas personas procuran  hacer más de una clase al día, siendo una de ellas de spinning por ejemplo, al  igual que afrontan con coraje los entrenamientos en la sala de pesas. En muchos casos se tiran diariamente  media o una hora de bici estática  aparte de los trabajos anteriormente mencionados.
¿Si ya habían hecho 45 minutos de  spinning porque vuelven a hacer  bici estática?
Lo que está claro es que  estas personas no están muy preocupadas con  el control de su entrenamiento, sino en bajar de peso a cualquier precio y de una manera muy rápida. Lo que debe ser importante, más que la estética, es el  estado de salud  en que se encuentran.
Desafortunadamente muchas de ellas no se mueven durante todo el año como es debido, no se preocupan en practicar ninguna actividad física y lo que es peor, no se interesan en controlar su salud eludiendo los controles médicos. Estos individuos  no tienen idea de cómo se encuentran  por dentro. Muchos de ellos pueden padecer  importantes  problemas de salud y no lo saben. La mayor parte de la gente  piensa  que la poca edad o la juventud son  factores  que imposibilitan  la aparición de enfermedades. ¡Tremendo error! Un joven puede ser un cardíaco, o jóvenes aparentemente sanos pueden ser portadores de significativas  enfermedades o anomalías  y no saberlo. Como norma general, cuando esas personas se apuntan al gimnasio,  quieren resultados muy, pero que muy rápidos, principalmente cuando  empiezan  la actividad física enfocándola a conseguir esos resultados de cara al incipiente  verano. Dentro de este proceso, se amparan en una dieta radical  descontrolada, habitualmente  basada  en  las lechugas  y en  alimentos de bajísimas  calorías que no suplirán las necesidades de este individuo, principalmente por haber  más gasto energético debido a los entrenamientos. La pregunta del millón es: cómo es posible estar varios meses del año dando al cuerpo  comidas  opíparas  en cantidades excesivas,  variedades y calorías, además de hacer que  el metabolismo  esté acostumbrado a trabajar a un  ritmo lento sobre todo por la ausencia de actividad física,  y de la noche a la mañana  interrumpir  todo ese proceso cambiando drásticamente su estilo de vida. No es positivo que  una persona, de golpe y porrazo, decida de una manera abrupta romper con su esquema estructural de vida y cambiar radicalmente las líneas fisiológicas y metabólicas a las que su organismo está acostumbrado.
Otra de las cosas negativas de todo este asunto es que estas personas, al término del verano en general  vuelven a la vida que tenían antes, cambiando otra vez y de una manera radical su estilo de vida. Después de tres o cuatro meses de haber empezado el estricto proceso de entrenamiento y dieta, lo dejan y  vuelven a la inactividad,  ingiriendo  alimentos grasos y calóricos, además del alcohol. En este momento  empieza  la fidedigna representación del tan famoso efecto acordeón. Todos los kilos anteriormente perdidos volverán con una tremenda facilidad: muchas veces se  recuperan muchos más  de los que han sido perdidos.      
Antes de la práctica de la actividad física es fundamental que las personas pasen un control médico, independientemente de la edad o del sexo. Esta preocupación debe ser intensificada  cuando se trate de sujetos que buscan entrenamiento por sólo unos pocos  meses del año. Infelizmente hay una tremenda cantidad de personas que se empeñan en mantener ese curioso comportamiento.
El objetivo de estos individuos  no  es más que tener algo de estética corporal en las épocas del año donde se utilizan poca ropa o ropas leves debido a la llegada del verano. Muchas de estas personas no se preocupan en hacer nada respecto a su salud durante el invierno o en los meses más fríos. En muchos casos se pasan con las comidas, con las bebidas, y con los dulces siendo algunas de ellas  incluso fumadores. La mayor parte de estas personas son sedentarias y reacias al ejercicio. Poner un chándal para salir a caminar les representa un tremendo esfuerzo y en muchos  otros casos, salir a pasear con su perro les supone una penitencia. Su metabolismo está adaptado a la vida inactiva.
Cuanto mayor la cantidad de cambios proporcionados al organismo, mayor será la probabilidad de que se produzcan desequilibrios en el mismo. Por ese motivo siempre se recomienda entrenar durante todo el año y mantener una dieta equilibrada.
El cuerpo siempre busca la manera más eficiente de mantener la buena salud. Nuestro comportamiento del día a día reflejará  de una manera decisiva cómo funcionará  nuestro organismo. Los cambios radicales que uno proporciona a su cuerpo, a su estilo de vida, o a su salud, no son interesantes para nuestra calidad de vida. Estos cambios  deben ser hechos con cautela, inteligencia, sentido común y conocimiento. Más que plantear la dieta del biquini o del bañador, uno debería fijarse en  mejorar su calidad de vida en general  aplicando  las buenas costumbres, pero dando el tiempo apropiado al organismo para que tenga una eficiente  adaptación  a los cambios ofrecidos.
No me canso de decir que las cosas deben ser hechas con cabeza, inteligencia y paciencia. Cuando no dominamos algún  tema  debemos buscar ayuda. Es un verdadero peligro hacer las cosas de oídas. Nunca debemos utilizar la  información  de los demás referentes a la salud. Lo que  sirve  para otras personas puede que no sea lo ideal para nosotros, principalmente si  dicha  información no tiene un  fundamento científico.  En los temas que involucran  dieta, entrenamiento  y  reducción de peso, lo ideal es siempre hablar con especialistas. Las personas no son conscientes de los peligros  que entraña empezar  programas desequilibrados para bajar de peso. La sensatez es una  de las cosas más importantes en lo que se refiere a la salud. Es esencial  mantener un buen equilibrio en el estilo de vida; seguir  una dieta equilibrada y practicar actividad física es una de  las mejores  medicinas de  prevención que uno puede tener. Este es uno de los pilares básicos  de la buena salud. Con velocidad, nervios y desesperación no se consigue nada bueno.

martes, 3 de abril de 2012

LAS LÍNEAS QUE SEPARAN LA MEDICINA, LA EDUCACIÓN FÍSICA, LA FISIOTERAPIA Y LA NUTRICIÓN

Estas cuatro disciplinas son el eje del buen mantenimiento de nuestra salud, pero no nos confundamos: sus aplicaciones son muy diferentes. Desde la universidad nos enseñan y nos entrenan para aplicar  los protocolos específicos de la profesión que escogemos. Por  ese motivo en el desarrollo del ejercicio de estos protocolos, las directrices son muy claras y  específicas. La Educación Física previne y nos hace mantener  un buen estado de salud a través de los ejercicios y de los ritos de entrenamientos; la Medicina  trata y nos cura de las enfermedades con prescripción de fármacos, las intervenciones quirúrgicas, etc. La Fisioterapia recupera a través de sus tratamientos y masajes, y la Nutrición favorece  el soporte básico esencial para que las demás disciplinas puedan funcionar con éxito.
En el rango de las profesiones ninguna debe ser tratada con  más importancia  que las demás, puesto que  todas ayudan y  tienen su punto de responsabilidad. Afortunadamente tuve la alegría de haber podido estudiar Educación Física y Medicina,  y opinando desde dentro, puedo garantizar que las dos tienen  gran relevancia en el mundo de la salud, pero disfrutan de formalidades totalmente diferentes; de otra parte la Fisioterapia viene a complementar ese eje. La Nutrición va de la mano de las tres anteriores. Estas doctrinas se integran de una manera extraordinaria.
Felizmente en los días de hoy somos conscientes de que la prevención es algo importante, pues nos ahorra una gran cantidad  de problemas de salud. La  práctica de actividad física nos proporciona salud no solo en el ámbito estético, sino  sobre todo en lo que se refiere a calidad de vida en todos los sentidos. Es lo que llamamos medicina preventiva. Practicar actividad física ayuda a mejorar la capacidad de los pulmones,  la capacidad del corazón para bombear la sangre, mejora el funcionamiento de las articulaciones, de los músculos, ayuda a prevenir o luchar  contra  la obesidad y  muchas otras enfermedades, aumenta las sinápsis cerebrales y ayuda incluso a mejorar el descanso. Todo eso es posible debido a los protocolos de entrenamientos  existentes en el área de la Educación Física. 
La Medicina literalmente nos cura. Muchos de los problemas existentes en la actualidad  podrían ser solventados solamente con la práctica de la actividad física y del deporte, pero hay cantidad de casos que por desconocimiento, dejadez o falta de control, llegan a un punto donde la única ayuda posible es la de la medicina. En sus más variadas especialidades y con sus descubrimientos, la medicina  sigue avanzando,  evolucionando y revolucionando. Hoy en día muchas  intervenciones quirúrgicas que costarían una recuperación de varios días de hospitalización, permiten que el  paciente se vaya  a casa en el mismo día. ¡Es magnífico!
En el caso de la Fisioterapia, el individuo con dolencia va a urgencias o al médico de cabecera, luego al especialista, luego al médico rehabilitador y de ahí al fisioterapeuta. Esa importante disciplina se encarga de configurar la historia clínica del paciente, de hacer un diagnóstico funcional, un plan de tratamiento y marcar los objetivos del mismo. Trata de aplicar  tratamientos con medios físicos y de valorar periódicamente a estos pacientes. Informa a los demás profesionales del equipo rehabilitador del estado del paciente, y orienta a los familiares.
Ya la Nutrición es la rama que actúa en todos los aspectos relacionados con la  alimentación humana, así como las condiciones de higiene. Planifican menús y dietas especiales, además de instruir en los principios de la nutrición y su aplicación en la selección de alimentos. También actúan como educadores nutricionales. La nutrición está en todo lo que dice respeto a la salud. Comer bien y tener una dieta equilibrada es de superlativa  importancia para el mantenimiento de una salud óptima. Muchas veces pensamos que comemos de una manera sana y puede ser  todo lo contrario. En ocasiones nos imponemos el objetivo de bajar de una cierta cantidad de kilos a través del entrenamiento y de la alimentación. Lo hacemos todo muy bien, pero no logramos lo que habíamos convenido. En casos como éstos y en muchos otros casos parecidos, la alimentación es de  extremada importancia para decirnos lo que está pasando. Muchas veces los alimentos que ingerimos están bien, pero el problema  puede estar  en  la combinación de los mismos, o en la hora en la que los comemos, etc. Todas estas informaciones  las tienen  los profesionales de la nutrición.  Está claro que en cada profesión de las anteriormente citadas, existen muchas más aplicaciones.
Dicho todo esto, es importante que seamos serios en las informaciones que damos y en aquellas  que  recibamos. No se debe traspasar las líneas del conocimiento. No es lógico que un Profesor de Educación Física recete un fármaco, aunque sea una aspirina, como tampoco es lógico que un médico que no tenga la debida especialización manipule pacientes para quitar una contractura. De otra parte no debería ser normal ver a médicos  enseñando ejercicios a los pacientes. Recomendar  o alertar a los paciente de los ejercicios que son o no  pertinentes  es una cosa, enseñar cómo  deben   ser ejecutados, o prescribir tablas de entrenamientos, es otra historia completamente diferente. De otra parte, un fisioterapeuta  no debería prescribir dietas y tampoco los profesores de Educación Física.
En otras palabras, debemos estar cada uno dentro de lo suyo. Debemos actuar dentro de lo que hemos estudiado  y de lo que  sabemos hacer con seguridad. Nos conviene enseñar   las cosas de las que tenemos plena consciencia de que realmente podrían  ayudar a alguien. Por otro lado las personas en general  deberían mejorar su criterio  y creer en las informaciones fehacientes de los profesionales que realmente se dedican a las determinadas especialidades en cuestión. Es imposible saber todo, principalmente  tratándose  de informaciones tan específicas relacionadas a conceptos tan complejos como los que estamos tratando. 
En la actualidad  tenemos cada vez más información  respecto a todas las cosas, sobre todo de temas específicos de cada profesión. Cada profesional es maestro de lo suyo, motivo por lo cual no debemos transgredir las líneas que marcan el conocimiento y separan las especialidades.
El Consejo Superior de Deportes (CSD) ha elaborado, con la ayuda de Novartis y el apoyo del Ministerio de Sanidad, una guía con la que pretende formar a médicos de atención primaria en la prescripción y dosificación de actividad física como “arma preventiva y terapéutica” para numerosas patologías. Para ello se hará una evaluación del paciente con objetivo de saber en qué condiciones se encuentra, lo que incluye el análisis de su historia clínica,  antecedentes familiares, y la realización de algunas pruebas para evaluar su salud cardiovascular y saber en qué grupo se va incluir a la hora de iniciar la prescripción de actividad física.
Esa es una noticia dada en septiembre de 2010. ¡Es simplemente genial! La participación del profesional de Educación Física en este proceso será  fundamental.
Cuando consigamos entender que trabajando juntos alcanzaremos  un éxito bastante más importante del  que ya hemos conseguido, estoy convencido de que lograremos compartir mejor las informaciones, aprenderemos mucho más y adquiriremos  un mejor nivel en la ayuda que nos propongamos  ofrecer.